sábado, 6 de agosto de 2011

Turismo de naturaleza y silencio

A diario veo familias sentadas junto a un río, frente a un bosque casi virgen, escuchando radio. También me encuentro con personas que van en bicicleta o a pie por una ciclovía rodeada de vegetación, con sus equipos de audio conectados a sus oídos.
No es extraño que la vía pública o el campo sean una prolongación de nuestro hogar, donde la mayoría de la gente vive con la televisión o la radio encendida, o escuchando música. Algunas personas sienten que si no tienen la compañía de la música, o de una conversación, les falta algo. Y como la naturaleza les recuerda esa carencia, no pueden salir a caminar sin escuchar música.
Es curioso. A veces buscamos excursiones para viajar a sitios naturales, y “desconectarnos” de nuestra vida cotidiana. Y no aprovechamos las oportunidades cercanas que tenemos. En lugar de conectarnos con la naturaleza que bordea las carreteras y los ríos, e incluso aquella que puebla los parques, seguimos enchufados a la rutina diaria a través de la música, de las noticias que propala la radio… Y pensamos que la capacidad de “desconectarnos” está más allá, en algún lugar lejano donde pasaremos las vacaciones en un futuro incierto…
Habitualmente, con sólo andar en bicicleta media hora, accedo a lugares con naturaleza. No son parques ni reservas, y están claramente modificados por el hombre. Sin embargo, aun así la vida natural se manifiesta en esos espacios, y uno puede conectarse con ella fácilmente. Junto a un curso de agua (incluso afectado por la apertura de caminos para canteras de áridos), y frente a un bosque, en completo silencio, experimento algo tan simple como la manifestación de la vida, tanto la mía como la de los otros seres que pueblan el planeta.
En esos momentos, considero que cualquier sonido provocado por el hombre, desde una conversación hasta una canción, rompe la magia. Y como deseo experimentar esa magia, dejo de lado la “civilización” por un instante.
Ese momento me basta para comprender que existen dos mundos: el natural, que nace en forma espontánea, y el que surge del pensamiento humano. Y lamentablemente, con frecuencia ambos mundos entran en conflicto.
Amo la música y las conversaciones. Pero en ciertos lugares y momentos, prefiero escuchar el silencio…


Jorge Guasp

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