Ya que el Turismo Rural nació como una forma de autoempleo pero igualmente como una forma de comunicación entre mundo rural y urbano, como una forma de educación mutua dado que la interrelación de ambas culturas es condición indispensable de lo que es auténtico Turismo Rural.
Ya que el Turismo Rural no es la “purga de Benito”, ni la fórmula mágica para un desarrollo rural que impulsada a partir de 1991 por la U.E a través del Programa Comunitario de Desarrollo Rural LEADER I no ha llegado a consolidarse como se preveía precisamente porque careció de lo principal: una formación/sensibilización que lograse una competitividad.
Ya que, enfín, el mundo rural es y seguirá siendo base de cualquier mundo sostenible en el que sea posible una vida saludable, natural, solidaria, y satisfactoria yo contesto que del Turismo Rural sí, claro que sí :hay mucho que hablar, mucho que trabajar, mucho que disfrutar y mucho que rentabilizar. Esto último, no principalmente a nivel económico, Sr. Catalán, pero también, porque son muchas las sensaciones que podemos ofrecer en un mundo en el que la Naturaleza, la autenticidad y la calidez son parámetros reales de calidad.
El Turismo Rural no es competencia para el convencional pero ello no significa que no pueda y deba ser competivivo.
Supone una oferta pequeña pero no anecdótica ni, desde luego, despreciable porque, como la más grande, es fruto de uno o muchos esfuerzos humanos en unos medios, doy fe, mucho más precarios que aquellos en que se mueven exitosos ejecutivos de los que aprendimos, sí, lo que jamás se debe hacer: despreciar lo “ no importante” .
El movimiento se demuestra andando y la grandeza en actitudes como el Respeto que sólo se demuestra RESPETANDO.
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