El mercado real sabemos, o creemos saber como es. El mercado virtual es una guerra fratricida en la que parece que los más grandes casi siempre ganan. Y si no son los más grandes, son casi siempre los más pillines, abocados a la búsqueda de las debilidades de los demás para aprovecharlas en beneficio propio.
El mercado real depende, de toda la vida, en tratar bien al cliente, en mantenerlo con nosotros, fidelizarlo. Ello implica que el producto que ofrecemos está correctamente planteado, tiene unas tarifas correctas en línea con el producto y las necesidades de nuestro cliente, funcionamos eficazmente. En otras palabras, nuestro producto es competitivo.
Si apostamos por el mercado real, tendremos que esforzarnos en vender nuestro producto a nuestro cliente. Hagámoslo sentir bien con nosotros. Que sepa que lo respetamos como cliente, le agradecemos su apoyo, y estamos dispuestos a ayudarle en los muchos detalles en los que ni había pensado sobre nuestro servicio. La filosofía es convertir clientes en amigos fieles, siempre dentro de un respeto mutuo y el reconocimiento de nuestras posiciones respectivas.
Cómo contactar con el mercado real? Cómo conseguir que más posibles clientes sepan de nosotros, nos valoren, y nos visiten o compren nuestros servicios y productos? No hay otra forma que dedicarnos a promocionarnos. Cómo lo podemos hacer si no tenemos economías con grandes presupuestos? La respuesta es fácil: teniendo la máxima visibilidad. Estemos siempre presentes en los entornos en los que nuestro cliente puede buscarnos. Las ferias son uno de ellos.
En pocos casos hemos visto en una feria de turismo a un empresario, estar personalmente presente, atendiendo las consultas del publico, entregando sus folletos, ofreciendo regalos, promociones espectaculares, invitaciones a conocer su producto, demostrando las peculiaridades más positivas de su oferta. Los pocos que así lo hacen regresan a sus bases con importantes carteras de contactos. Contactos que tendrán que seguir con mensajes muy personalizados, para que una porción de ellos se conviertan en clientes para nosotros. Sea con llamadas telefónicas, hoy prácticamente gratuitas, o con correos electrónicos, ya que la mayoría de las personas en estos tiempos ya lo tienen y conocen las bases de su funcionamiento.
Muchos apuestan por sentarse en el stand, a la espera de que alguien caiga por allí y les pregunte. Recuerdo en una feria a la que me traje una buena bolsa de caramelos. Cada vez que pasaba por delante una familia con niños, les guiñaba el ojo, y les tentaba con un caramelo. La mayoría venían corriendo, o tiraban de sus padres para venir a recoger el dulce. La excusa perfecta para saludar a los padres, preguntarles que buscaban, y ofrecerles mis servicios.
Seguro que los padres se acordaran del momento y del producto que ofrecíamos.
También es muy recomendable participar en todos los actos públicos relacionados con nuestra actividad, estar activos en nuestras asociaciones gremiales, tener siempre una palabra amable con los colegas, evitando dar la impresión de que queremos sacarlos del negocio. Competencia dentro de la cooperación, la famosa "coopetition".
No hay comentarios:
Publicar un comentario