Fitur y el turismo rural

Sin duda alguna, la percepción del que escribe, como la de muchos, es relativa y depende mucho de los resultados obtenidos en función de los objetivos, pero tratare de dar una visión para los que no hayan asistido y pedir a los que estuvieron, que nos den su opinión.

Mi sensación general, es que este año ha habido menos folclorismo, que en ediciones pasadas. Esto es algo que se nota, cada año y en mi opinión

son buenas señales de profesionalización.

También han disminuido y a veces con un control exhaustivo en las presentaciones de productos, porque a veces algunos stands cuando ofrecían degustaciones, parecían comedores de indigentes, que llevaban días sin haber probado bocado y tenían que aprovechar la oportunidad, por si acaso. Tal vez, este año, con la crisis, hubiese sido más impactante, ¿verdad?

Por otra parte, los stands institucionales, apenas han sufrido recortes presupuestarios visibles, a pesar de la bajada de presupuestos en promoción y publicidad, al menos en los pabellones españoles. Puede que se haya notado mas, en la sección empresarial.

Ha habido, más comodidad, para llevar a cabo reuniones, en especial el primer y último día profesional, con menos visitantes y por tanto mas comodo. Y no se si por la situación global, parece que había un clima mas propenso a escuchar propuestas y discutirlas, para tratar de llegar a resultados tangibles.

Pero, sin embargo, algo criticable, pero entendible también, es la organización paralela y simultanea de bastantes eventos técnicos, como jornadas, seminarios, conferencias, presentaciones, a las cuales es casi imposible asistir, por esta falta de omnipresencia, tan deseada, pero tan imposible, para los mortales.

Personalmente, me perdí muchos eventos a los cuales me hubiese gustado participar, pero el hecho de encontrarte con gente de otros continentes, en un par de días, con citas a diferentes horas, hace casi imposible, estar presente y concentrado en los otros eventos.

He obtenido una percepción positiva en el “reto verde” del turismo, porque tanto entidades públicas, como privadas, quieren estar asociadas o abanderadas por temas ambientales y por tanto esta tendencia, que se creía, iba a reducirse, por la crisis económica, parece que se ha recuperado y con fuerza. La sociedad, es decir la demanda turística, sigue exigiendo y teniendo expectativas verdes en sus actividades turísticas.

Lo que sigue siendo difícil es cerrar negocios, pero también, porque no se encuentran en los objetivos de las partes. Las ferias, suelen seguir siendo, todavía, un escenario de encuentro, seguimiento y benchmarking de productos y destinos. Un lugar de conocimiento, en tiempo real y predicciones a corto plazo.

Y el turismo rural y naturaleza, sigue teniendo su espacio y tiempo, pero si se puede afirmar que esta ya posicionado, como producto turístico y en las estrategias de marketing, pero todavía lejos de alcanzar la madurez necesaria, para que pasemos de la etapa de inversiones a la consolidación y desarrollo. ¿O quizás no tan lejos? Porque cada vez, hay más profesionales organizaciones y empresas serias, independientemente de su tamaño.
Publicado en Arturo Crosby