Se estrena el año y florecen en las montañas del Maestrazgo pompones blanquecinos con fondos de rosa. Rodeado de almendreros en flor, la subida al Maestrazgo en estas fechas se convierte en un auténtico alimento dulce para el espíritu.
Un día como hoy es un buen momento para poder pasar un rato inmejorable en en el Maestrazgo de Castellon. Tan solo empezar a asomarnos por interior de la provincia , los almendros nos saludan con sus colores característicos: esos que intentan, cada principio del nuevo año, inyectar a través de la mirada que se acerca un poco más de aire fresco para los pulmones del cotidiano vivir.
En estas fechas, enpiezan a florecer , revolotean por todos los rincones, como si fueran pinceladas realizadas por el mejor pintor de las existencias. Sus blancos y rosas se entremezclan en la mirada que a lo lejos se fija, pero se diferencian con una claridad hermosa cuando nos acercamos a uno de ellos.
Probablemente sólo en este momento del año podemos apreciar exactamente la cantidad de almendreros que pululan aquí y allá en las cumbres, porque sin sus hojas florecidas de pavo real parecen pasar desapercibidos durante casi todo el año. Pero no: abundan, tanto y tanto que en estas fechas puede que casi no reconozcamos algunos lugares visitados en otros momentos de los 365 días contados de nuestros cumpleaños: tal es la variedad de color que toman.
Nosotros te invitamos hoy a que te des una vuelta por el Maestrazgo de Castellon y sus pueblos, acompañados del motivo del almendro en flor. A que
disfrutes como nosotros del paisaje irrepetiple de enero.
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