Los datos siguen demostrando que el turismo ha sido y es uno de los sectores que mejor está sabiendo capear la coyuntura económica. En 2010, visitaron Castilla y León el 1,58% más de personas, aumentaron ligeramente las pernoctaciones (el 0,15%) y también el gasto de los viajeros (1%). Es el primer año desde el inicio de la crisis que en el conjunto de los establecimientos se ha producido un incremento en estos datos. Detrás de estas cifras positivas está el aumento en el 11% del número de viajeros que llegan de otros países.
Para el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, este balance supone un «estímulo que confirma que se camina en la buena dirección» pero teniendo claro que «queda mucho por hacer». Ahora los esfuerzos, añadió, se deben orientar a la innovación sobre todo en la parte de comercialización.
La resistencia del sector del turismo a la crisis se muestra con más intensidad en el turismo rural que no solo no ha dejado de crecer ni en viajeros ni en pernoctaciones en los últimos tres años, sino que en 2010 cosechó sus mejores cifras desde que hay registros estadísticos, los primeros aumentaron el 5,35% y las segundas lo hicieron en un 1,64%.
El turismo supone para Castilla y León el 10,2% del PIB y da trabajo a 68.473 personas, lo que supone un crecimiento «leve pero significativo» del 0,58% respecto de 2009. Este sector, asegura el presidente, está creciendo y ofrece un «producto de calidad» en el que se aúnan los esfuerzos de las iniciativas públicas y privadas «con criterios de eficacia» y eso permite crear riqueza y empleo hasta en los momentos más duros.
En cuanto al número de plazas de alojamiento hotelero, en 2009 crecieron el 2,8% hasta contar con un total de 143.859. En turismo rural, el aumento fue del 8,7% en el número de establecimientos (3.631 en total) y del 7,4% en las plazas hasta sumar 32.563.
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