sábado, 15 de enero de 2011

Qué quieren las mujeres en el sector turístico


Gustos y empatías ¿Qué quieren las mujeres en el sector turístico? Tendencias sociales
Sandra Canudas tamaño fuente reducir tamaño fuente
Actualmente se está dando paso a una búsqueda de calidad de vida y autoexpresión individual en el que la vida no se centra en el dinero ni en la seguridad laboral, sino en la experiencia de tener una actividad interesante y con sentido que respete además el medio ambiente. Se trata de unos valores sociales que van a configurar una demanda turística plural en las sociedades receptoras y que lleva a la reorganización de los productos de ocio y de turismo, y en general de todas sus conductas sociales. Las mujeres tienen un aumento del poder adquisitivo así que también empiezan a decidir sobre sus placeres individuales y las preciadas vacaciones en un contexto donde se nota la mejoría de la igualdad social. Ya vemos estadísticas que nos dicen que el único porcentaje donde hay más hombres consultando en una oficina de información internacional de turismo es en el rango de entre los 26 a 35 años, mientras que en el nivel de 18 a 25 años como el de más de 56 años de edad, son las mujeres quienes presentan valores superiores al de los hombres.

Asimismo las motivaciones en los viajes son distintas: en el caso de las mujeres es exclusivamente por motivos vacacionales en tanto que los hombres su razón es el recreo pero existe tambien un amplio margen representado por temas de trabajo. De hecho en los resultados de encuestas de hoteles urbanos que he podido realizar, respecto a la demanda por género: entre semana el 30% de clientes de hotel son mujeres mientras que en fin de semana ronda el 50 %. Por tanto se desprende, que hoy por hoy la mujer todavía reserva más en este tipo de hotel pensando en las vacaciones o en las escapadas de fin de semana. El perfil de usuaria de hotel en España y el resto del mundo es en primer lugar de mujeres entre 35-45 años que han llegado a su madurez profesional y tienen una mayor libertad y, en segundo lugar mujeres entre los 25-35 años. Su estancia media de utilización de los hoteles urbanos es de dos veces al año con una permanencia de unos 2,5 días, en eso bastante parecida al hombre. En lo que sí hay distinción es en el gasto: la factura final de un hombre ronda la media de 340 euros, la de una mujer 230 euros. La razón está en que el hombre suele consumir más productos y servicios dentro del hotel y la mujer tiende a ser más austera y “buscavidas”.

La mayor independencia de la mujer origina que el público femenino pida empezar a invertir en experiencias para ellas creando o mejorando la oferta existente, el rango de 26 a 55 años de edad donde hay más mujeres activas y más cargas familiares es donde menos interés se demuestra respecto al ocio vacacional de “tipo egoísta” o "de sólo pensando en ellas".

Sandra Canudas

Consultora de viajes y especialista en turismo de género www.consultoriaviajes.com

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