Turismo Rural con Ecoturismo: ¿Funcionara?

Arturo Crosby .
Se viene hablando últimamente, de la evolución del turismo rural, tanto en su enfoque a nuevos segmentos de mercado, calidad, medio ambiente, especialización, comercialización, pero por ahora la mayoría de esos temas, queda solo en palabras o frases mediáticas.



Parece que todo está dicho, como en el turismo convencional, que por cierto creo que quizás tendríamos que ir cambiando la “nomenclatura” para no seguir cometiendo los mismos errores de comprensión o comunicación entre todos, ya que se supone que se dice lo mismo, pero en muchas ocasiones, la interpretación es muy diferente.

Hoy estaba escuchando en la radio en un programa de humor, con algunos toques de sátira o mejor de despertador de conciencias, a través de sonrisas, que todo lo que pasa y lo que nos ocurre, es por culpa de los “mercados”, que disfrutan haciéndonos sufrir, nos atacan, manipulan, se aprovechan, etc. Parece, que tuviesen vida propia y hasta personalidad, olvidando que los mercados, son gestionados por personas con nombre y apellidos y que se mueven por reglas de juego existentes, reguladas y por tanto legales y siempre admitidas, mientras que sean útiles o beneficiosas, pero la legislación, cambia, cuando los legisladores quieren.



Esto además de ser un micro-alegato para “indignados”, tiene que ver, porque cuando se hablaba de turismo rural, ecoturismo, y otros…se pretendía crear otras reglas de mercado, con consumidores mas eco, que tuviesen capacidad de compra y que no utilizasen los intermediarios comerciales, etc. Pero obviamente como muchos dijimos, no era viable y tenía poco sentido.



Poco ha cambiado en este sector y sin retomar el ya conocido diagnostico del mismo, me gustaría poner en el tintero el tema del “ecoturismo”, que si bien sigue sin gustarme el vocablo (por las decenas de definiciones, sin definición), se sobreentiende, como ese turismo, relacionado con la naturaleza (más bien turismo de naturaleza: nature based tourism), conlleva además, una serie de prácticas ambientales en los procesos de producción y gestión turística (oferta de alojamientos, restauración,…), que pasan por acciones de simple maquillaje (tipo “green washing), hasta algunos extremos que rozan la inconfortabilidad del huésped.



Prueben buscar en la RED, las diferentes marcas o “labels”, relacionados con el tema (sostenibilidad, etiquetas y marcas ecológicas y en general un eco- de mucho), ¡verán los resultados!



Es evidente que lo “eco”, sigue vendiendo mucho y la tendencia es todavía a aumentar. Si tienen duda, vean los nuevos proyectos de resorts en algunos países de América, que ya mas allá de green washing, y de un green make-up… ahora, ya se presentan, como supuestos desarrollos sostenibles (urbanizaciones horizontales con estética), con componentes de eco-diseño y así ser perfectamente consumibles.



Los impactos ambientales cometidos, se corrigen con la nueva herramienta de Responsabilidad Social Empresarial, plantando arbolitos, comedores de CO2, como si la pérdida de biodiversidad, el deterioro del hábitat,…se pudiese mitigar con la disminución del Co2 atmosférico, por ejemplo.



Si entendemos que el turismo y el turismo rural, se quiere especializar en “ecoturismo”, además de identificar el nicho de mercado existente y el potencial, sería necesario establecer un proceso de producción turística, diferente y trabajar con las motivaciones y expectativas reales de la demanda, donde la inversión monetaria se mitiga por la inversión inteligente o eficiencia.



Y una de las piezas claves para conseguirlo es facilitar educación, formación y capacitación con conocimiento y habilidades suficientes, para poderlo llevar a cabo. También sería muy importante, diseñar y producir paquetes (internos y externos) o kits de herramientas para poderlo implementar y gestionar.



¿Han oído hablar del proyecto “Red de Escuelas de Ecoturismo en Iberoamérica”?, pues recoge muy bien este concepto, que les acabo de mencionar.

Un cordial saludo

Publicado por Arturo Crosby